"EL GUADALUPE ES UN INQUILINO PRECARIO EN UN MONUMENTO HISTÓRICO"

Nicolás Barrionuevo Sacramento (G-53) —acompañado de Alejandro Bobadilla, su asesor legal— viene dilucidando, de manera indesmayable y con sus propios recursos, la maraña legal en torno del Patronato Guadalupano. La idea es que, en un futuro ojalá no tan lejano, los alumnos cuenten con una ciudad escolar modelo y acorde a los nuevos tiempos. Recientemente dictó una conferencia en la Asociación sobre la materia.

Barrionuevo es casado, tiene tres hijos y es ingeniero civil, con posgrado en planificación y programación PERT CTM y administración de empresas. Presidente de su promoción en dos oportunidades y vocal del Consejo Directivo el mismo número de veces. Fumador impenitente, practica el ajedrez desde los ocho años.

EL SESKI (ESk).- ¿Cómo surge tu interés por reactivar el Patronato Guadalupano (PG)?
NICOLÁS BARRIONUEVO (NB).- El interés lo tuve siempre, pero fue desde hace dos años, cuando fuI vocal del Consejo Directivo, que comencé a acopiar información junto con Luis Mantilla. Julio Santisteban nos dio los primeros datos y documentos. Además, de conformidad con nuestro Estatuto Social, uno de los objetivos centrales de la AG es promover la construcción de la Ciudad Guadalupana, así como la reactivación del Patronato.

ESk.- ¿Cuál es el marco legal?
NB.- La ley 13454, promulgada en 1960, anuncia que el Poder Ejecutivo construirá, dentro del más breve plazo, un gran local modelo para nuestro Colegio. El decreto supremo 020 (modificado ligeramente por el 071) crea el Patronato Guadalupano y le encomienda una serie de tareas, desde la adquisición del terreno hasta la gestión de la ayuda de gobiernos extranjeros para contratar el financiamiento. Además, establece que, de sus nueve integrantes, tres son de la Asociación Guadalupana (otros tres del Ministerio de Educación, uno de la APAFA, el Director del Colegio y el profesor más antiguo).

Tenemos también la resolución ministerial 3100, que aprueba el reglamento del PG, elaborado por don Pedro Coronado, y una resolución del mismo rango de 1984, que designa a los integrantes del PG.

Por último, hemos encontrado el libro de actas de la comisión de Economía del Patronato, que presidía el general (r) Carlos Montoro Maldonado, también ex alumno.

ESk.- ¿Hasta cuándo estuvo vigente el PG?
NB.- Se conoce que funcionó, con intervalos, en las década del 60, 70 y 80, pero hubo un suceso que lo inmovilizó. Se trató de la invasión del terreno que ya se había obtenido por expropiación, ubicado en la zona de Garagay Alto y Chavarría (entonces, San Martín de Porres). Eran 28 hectáreas y en la actualidad solamente subsisten 1,8 hectáreas, inscritas en Registros Públicos en nombre del Patronato.

En el período de César Fung (G-60) se intentó reactivar el PG, con la participación de César Fuentes Ortiz (G-53) y Buenaventura Chumo Gutiérrez (G-63), pero el objetivo no se logró, entre otras cosas, porque ni el Ministerio ni el Colegio acreditaron sus representantes.

ESk.- ¿Tiene que ver el PG con la propuesta de crear una “Fundación Guadalupana”, acuerdo de la asamblea de la AG el año pasado?
NB.- No. La fundación está orientada a otros objetivos, básicamente relacionados con la calidad educativa. Cabe indicar que en el margesí de bienes estatales el local del Colegio figura en nombre del Instituto Nacional de Cultura. El Ministerio de Educación tiene a su cargo todo lo pedagógico y transfiere partidas para el pago de docentes, pero no da ni un sol para el mantenimiento del edificio.

El PG, en cambio, es para llevar a cabo el proyecto de Ciudad Escolar Guadalupana que albergará al nuevo Colegio de Nuestra Señora de Guadalupe, que desde hace décadas necesita un nuevo local.

Nuestro Colegio ya no tiene infraestructura propia, es un inquilino precario en un monumento histórico.

ESk.- ¿Qué hay que hacer?
NB).- Urge reactivar el Patronato Guadalupano. ¿Cómo se hace? En lo inmediato, la Asociación debe elegir a tres asociados como representantes en dicha persona jurídica y, luego, oficiar al Ministerio de Educación y al Colegio para que hagan lo propio.

A continuación, corresponderá al Patronato reactivado realizar las acciones previstas en la ley 13454, con miras a llevar a cabo la edificación de la nueva Ciudad Guadalupana en un terreno obtenido por compensación por lo que se tenía anteriormente en Garagay Alto y Chavarría.

Esta ciudad escolar deberá contar con internado para todos los alumnos e instalaciones modernas y acordes a las actuales necesidades educativas. Sería una “ciudad inteligente”, es decir, provista de servicios de seguridad integral y con una proyección hacia los próximos 30 años al menos.